Siempre tan hostil, tan anti-todo. Ven y demuéstrame con tu inexperiencia que se puede amar a quien ama, que puede uno escapar de sus propios ideales, para dar un deleitoso paseo por los jardines de otro. Ven, y yo iré también, y nuestras contradicciones podrán hacer el amor que nosotros deshicimos.
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